Producto tradicional
Uno de los quesos emblemáticos de Italia: la mozzarella y sus hermanas, burrata y stracciatella.
Su origen es desconocido pero al parecer, como es historia por muchos otros quesos, nació acerca del siglo X en la región Campania, para transformar la leche, de difícil conservación, y permitir conservarla por más tiempo. ¿Cómo se prepara, a grandes rasgos, este queso?
La leche fresca de vaca o de búfala previamente pasteurizada, es adicionada con fermentos lácticos y cuajo. Así se forma la cuajada, que es la parte más sólida que se separa del suero.
Se escurre la cuajada y se deja madurar por un tiempo hasta llegar a la acidez deseada.
En este entonces se calienta la masa hasta los 85ºC para obtener el hilado: la masa empieza a fundir y formar hilos. Acá entre al juego la maestría del maestro quesero, quien toma la masa muy caliente, rápidamente forma ovillos del tamaño elegido y, con el trabajo de pulgar y indice corta la masa. Este es el proceso de «mozzare»-cortar , desde acá nace el nombre de este queso. Después de eso la mozzarella, se deja enfriar en agua salada para que tome la consistencia y el sabor correcto y ¡ya está lista para la venta!
Ahora la mozzarella se puede ocupar en ensalada con tomate, sobre una pizza y en los famosos gnocchi alla sorrentina.
¿Y la burrata y la stracciatella? La stracciatella son pequeñas tiritas de queso mozzarella adicionadas con crema de leche. La burrata se parece a la mozzarella pero es distinta por dentro es una explosión de sabor, ¡una fina lámina de queso mozzarello relleno de stracciatella!