Una vez que el agua esté hirviendo, agregamos sal y agregamos los spaghetti. Vamos a cocinar esta pasta en el agua solo por 4 minutos, hasta que se ablande y deje algo de almidón en el agua.
Tomamos la sartén con el aceite, la llevamos al fuego y agregamos un cucharón de agua de cocción de la pasta. Escurrimos los spaghetti, conservando el agua de cocción, y los agregamos en la sartén.
Agregamos también otro cucharón de agua de cocción y seguimos cocinado la pasta, como si fuera un risotto, agregando agua de cocción a medida que vaya evaporando. Esta técnica de cocción se llama «risottare», o sea, cocinar la pasta como un risotto, de manera de que el almidón naturalmente contenido en la pasta se libere en la salsa, espesándola, y enrobando los spaghetti. ¡Esto es el truco!
Agreguen de a poquito el agua, probando la pasta de vez en cuando, hasta que tengan una pasta al dente y una salsa sedosa, sabrosa y bien reducida.
Sirvan al tiro, si quieren con una cucharada de pan rallado tostado encima, para mas crocancia.
Esta pasta nunca lleva queso.